¿Has oído hablar del usufructo vitalicio? Se trata de un concepto bastante habitual en caso de fallecimiento y herencia de personas mayores. Conocer qué es y cómo se aplica te ayudará a entender realmente qué significa tener el usufructo de una propiedad.
Qué es el usufructo vitalicio para el cónyuge viudo
Este usufructo es el que da derecho a una persona a disfrutar de los bienes de otra – habitualmente, el cónyuge– a su fallecimiento, sin ser el heredero directo. Lo más normal es que se plantee sobre la vivienda familiar, pero también puede aplicarse la misma fórmula a un patrimonio económico o societario.
Es importante aclarar que el usufructuario no puede vender o reducir el valor del patrimonio que recibe sin comunicarlo al propietario, es decir, a la persona designada como heredera.
El usufructo con motivo vitalicio implica el traspaso de los derechos durante toda la vida. Por lo tanto, este concepto se contrapone con el de usufructo temporal, que implica la cesión de los derechos durante solamente un determinado período de tiempo.
Usufructo vitalicio y edad avanzada
Cuando llegamos a una edad avanzada, podemos encontrarnos en una situación tan problemática como perder nuestro cónyuge y nuestra vivienda. Muchas parejas viven en la misma casa durante muchos años, pero la vivienda está a nombre de solamente uno de los dos.
Conceder el usufructo de la casa al hijo o a la pareja tiene ventajas económicas y da también tranquilidad a las personas de edad avanzada, que podrían verse perjudicadas por la cesión de la nuda propiedad a los descendientes.
Muchos padres optan por donar la nuda propiedad de su piso a sus hijos y conservar el usufructo. Esto hace que eviten cargas económicas de Hacienda tanto el donante como el receptor y que, a la vez, mantengan el control de la vivienda. Por lo tanto, este derecho resulta beneficioso para todos.
Una de las ventajas más importantes de este derecho es que el usufructuario vitalicio no podrá ser expulsado de la vivienda por el propietario final.
También hay que tener en cuenta que el usufructo puede resultar una protección muy útil para las parejas que cuentan con hijos procedentes de relaciones diferentes. En esta situación, la muerte de uno de los dos puede significar un problema a la hora de liquidar la herencia e, incluso, el desalojo de una persona anciana al quedar viuda.
Reparto de herencia
Esencialmente, una herencia se divide en tres partes iguales, teniendo en cuenta lo que se señala en el Código Civil:
– La legítima, que dedica un tercio de los bienes del fallecido a los hijos o descendientes directos. Es prácticamente imposible evitar que un hijo no reciba esta parte.
– El tercio de mejora, que se puede dedicar al descendiente que se desee, sin tener en cuenta ningún requisito legal específico.
– El tercio de libre disposición, que puede dejarse a cualquier persona, sin tener que existir un vínculo familiar concreto
Los tercios de mejora y de libre disposición son los que condicionan la realización de un testamento, ya que en este documento debe resolverse todo el legado.
Quién hereda una casa cuando no hay testamento
Si fallece una persona que tenga una casa en propiedad pero no ha hecho testamento, es necesario recurrir a la ley para saber cuál será el proceso de sucesión legítima.
Siguiendo lo marcado en el Código Civil, los hijos del fallecido recibirán la propiedad de la casa y se la repartirán a partes iguales. En caso de que alguno de ellos también haya muerto, serán sus hijos los herederos.
¿Y si el fallecido no tiene descendientes, o estos rechazan la herencia? En esta situación serán los padres o abuelos los que reciban la casa, pero la mitad irá a manos del cónyuge en caso de que exista. Si no hubiera ni descendientes ni ascendientes, será la pareja del fallecido la que recibirá la propiedad de la casa.
En caso que no hubieran parientes directos del propietario de la casa del fallecido hasta cuarto grado, se publicarán edictos en el lugar donde se celebra el juicio por la sucesión, el de nacimiento del finado y el de su último domicilio. De esta manera, se intentará encontrar un contacto de familiares lejanos.
La importancia de conocer la legislación
Si eres propietario de una vivienda, es importante que conozcas muy bien la legislación existente sobre propiedades y herencias. De esta manera, conseguirás encontrar la figura más adecuada a nivel legal y financiero para determinar el futuro de tu vivienda y el de tus seres queridos.
El usufructo vitalicio es una buena opción para conseguir combinar la cesión de la propiedad y una cierta seguridad económica, tanto en el caso del usufructuario de la vivienda como del heredero y propietario. Además, también puede resultar una solución viable para evitar problemas entre los diferentes miembros de la familia.