Puede considerarse morgue a cualquier habitación con cámaras frigoríficas que sirve para preservar un cadáver, retrasando su descomposición y preparándolo para incinerarlo o enterrarlo.
Según el lugar en donde se encuentre esta habitación refrigerada, puede tener un determinado uso. Por ejemplo, en un tanatorio o en una funeraria se suele utilizar para la ejecución de tareas de tanatoestética y tanatopraxia.
Según lo establece la Real Academia Española, una morgue es un lugar que posee refrigeración y se relaciona con motivos de investigación científica o judicial con el fin de explicar su sentido.
En este artículo podrás seguir informándote acerca del significado de la palabra morgue y todo lo que este concepto implica. Además, te enterarás del origen del término y los principales tipos de cuartos fríos que existen.
¿Cuál es el origen de la palabra morgue?
El origen de muchas palabras conocidas, independientemente de su idioma, despiertan la curiosidad de varios, sobre todo porque responden al contexto histórico en el cual se acuñaron, por ende, el mismo suele presentar una gran cantidad de diferencias con el actual.
De esta forma, los nombres del café capuchino, una bebida muy difundida entre la sociedad, provienen de la palabra “capuccio”, que significa capucha y se la puede relacionar con el color marrón de los monjes capuchinos de una orden que se fundó en el siglo XVL. Lo mismo ocurre con diferentes términos y palabras del lenguaje cotidiano, las cuales provienen de contextos históricos del pasado.
Asimismo, existen términos de áreas más delicadas, como lo son todos aquellos vinculados con la muerte, que también tienen su explicación histórica. En este sentido, la morgue, lugar en donde se depositan los cadáveres previamente a ser identificados o realizarles la autopsia, tiene su origen en Paris.
La palabra proviene del francés medieval “morguer” y significa literalmente “mirar solemnemente”. Esto se debe a que en el siglo IX este término no se utilizaba para referirse al depósito, sino al lugar donde se encerraba a aquellos delincuentes que habían sido arrestados por primera vez.
Es importante tener en cuenta que se trataba de una época en la que todavía no había documentos de identificación ni fichas policiales. Por lo tanto, los criminales eran exhibidos en una celda de la prisión a la que iban algunos ciudadanos de forma voluntaria para indicar si conocían al prisionero de algún lado para que, de esta forma, se los pueda tener identificados. Luego, los ciudadanos comenzaron a tener mayor curiosidad y los visitantes miraban solemnemente a los prisioneros con mayor frecuencia, de allí se acuñó el término.
Con el paso del tiempo, las autoridades de Paris se dieron cuenta que esta manera de identificar a los criminales también podría ser útil cuando haya que descubrir la identidad de los fallecidos que solían aparecer en las calles de la ciudad. Por este motivo, habilitaron una sala donde se exhibían los cuerpos sin vida y sin identificar. De este modo, los ciudadanos desfilaban para ayudar a reconocerlos.
Como esta forma de exhibir los cuerpos se desarrollaba de una manera muy parecida a como se hacía con los presos, este depósito de cadáveres se lo conoció popularmente como “morgue”.
¿Cuáles son los tipos de cuartos fríos?
Dentro de los recintos de almacenamiento mortuorio, se encuentran los cuartos fríos en donde se conserva a los difuntos.
Temperatura bajo cero
Los cuartos fríos se mantienen entre los 10 y los 50 grados bajo cero. Estas salas son utilizadas para trabajos forenses con el propósito de la identificación del cadáver o para determinar las causas de la muerte.
Además, en estas salas la descomposición es muy reducida debido al proceso de congelación.
Temperatura sobre cero
En este lugar los cadáveres se logran mantener a una temperatura entre los 2 y los 4 grados. Aquí se dejan los cuerpos durante varios días, aunque la descomposición no se detiene del todo mientras se ralentiza en comparación a la temperatura ambiente.
¿Cómo se les llama a las personas que trabajan en la morgue?
Los tanatopractores y los médicos forenses son aquellos profesionales que habitualmente realizan su labor en una morgue. Los primeros aplican técnicas para la conservación y el mantenimiento del cuerpo de un difunto, mientras que los segundos practican la medicina forense.